En este post quiero compartir un texto que intenta justificar la utilización de la investigación escolar como una potente forma de enseñanza, a condición que se ajuste lo mas posible a las formas válidas de producción de conocimiento en las ciencias sociales. Les dejo la introducción y el link para que lo lean completo.
Para ver el texto completo aquí
La investigación como propuestas de enseñanza
“El inicio del conocimiento repito,
es preguntar. Y solamente a partir de preguntas, y no lo contrario: establecer
las respuestas con lo que todo el saber se detiene justamente en eso ya está dado,
es un absoluto, no deja lugar a la curiosidad ni a elementos por descubrir. El
saber está hecho, éste es la enseñanza”[1]
Resulta imposible pensar en la posibilidad de enriquecer la
enseñanza e impactar de forma perdurable en las experiencias educativas de
nuestros alumnos sin que ellos desarrollen su curiosidad, su capacidad de
preguntarse y buscar respuestas con relativa autonomía, lo cual implica
necesariamente el involucramiento activo en la generación de conocimiento, es
decir, que aprendan a aprender.
En las prácticas escolares, promover la curiosidad mediante el
trabajo con preguntas puede malinterpretarse. Veamos de cerca el asunto, no se
trata de preguntar en cualquier forma
sino más bien de aprender a formular preguntas que permitan generar
conocimientos, por tanto es imprescindible utilizar la investigación y los métodos
científicos, en tanto, formas válidas de producir conocimientos. Las
preguntas, a partir de lo conocido, son un buen puntapié para recorrer un genuino
proceso de aprendizaje, con rumbo cierto, a través del método científico, lo
cual también implica finales abiertos, es decir, formular preguntas de las
cuales no se tenga previa respuesta, preguntas verdaderas que desplieguen caminos
de investigación (escolar).
Vale resaltar que en la investigación deben converger los
contenidos curriculares seleccionados, los temas propuestos para su abordaje y
los objetivos de aprendizaje que se desea alcanzar. No se trata de abandonar o
dejar librados al azar los contenidos ni los objetivos en las propuestas de
enseñanza, sino de establecer los mejores medios para, en cada momento, lograr
lo propuesto. Más bien se trata de llevar adelante los propósitos que anhelamos
de nuestras propuestas de enseñanza, hacerlos carne en el trabajo cotidiano con
nuestros alumnos.
El trabajo con preguntas lo debemos asociar en forma estrecha
a la producción científica y este texto desarrolla algunas claves para acercar
la obtención de conocimiento científico en las ciencias sociales y su enlace a
las prácticas escolares del secundario, de modo que los alumnos pueden ser investigadores
escolares, para desarrollar y fortalecer las capacidades de indagación,
creatividad y asombro. Asimismo potenciar la escritura, la comprensión de
textos, el procesamiento de información, su valoración, ordenamiento y la
formación de ideas y pensamientos propios, a partir de la argumentación lo cual
genera un ámbito abierto al debate, el intercambio y la discusión de
posiciones. En el mismo sentido, el desarrollo de capacidades lógico-matemáticas,
en el análisis y procesamientos de datos, la elaboración de tablas, cuadros y
gráficos y diversas operaciones estadísticas que ayudan a integrar los
conocimientos escolares. Investigar implica siempre indagar en temáticas
complejas, multidimensionales y entramados que se presentan como unidades
difíciles de fragmentar en asignaturas escolares, lo cual hace necesario el
trabajo interdisciplinario.
Lograr generar propuestas de enseñanza donde cobre sentido el
estudio de las ciencias sociales, persiguiendo aprendizajes significativos en
los alumnos en tanto permita comprender la realidad en sus diferentes niveles
(mundial, nacional, local), desnaturalizar las relaciones sociales, historiar
los procesos sociales y por sobre todo generar preguntas que motoricen la
curiosidad. Este es el fin último de este
texto.
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