En esta entrada quiero compartirles un material teórico que elabore para mis clases sobre la problemática de la pobreza en Argentina. Este material didáctico esta pensado para cursos introductorios en el nivel universitario, o el último año de la escuela media.
También prepare una guía de actividades para trabajar durante las clases.
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Para leer completo aquí
Pobreza: conceptos y metodologías
Introducción
No resulta fácil admitir que, a
pesar de tantas investigaciones sobre la temática desde los más diversos
ámbitos (académicos, organismos multinacionales, sector público u ONG) aun no
quede claro qué es la pobreza, a quienes consideramos pobre y cuál es la
magnitud del problema. Por tanto, se debe asumir que las problemáticas sociales
son complejas, presentan múltiples dimensiones, se generan a partir de causas
diversas, simultáneas y no lineales y la perspectiva de análisis depende
siempre de la posición del investigador, que forma parte del objeto de estudio.
Dicho esto, resulta que la
cuestión es (o debería ser) de suma importancia para la sociedad en su conjunto
y se destinan muchos recursos para su estudio (diagnostico), la disminución de
la pobreza es prioridad (por lo menos en el discurso) de la política económica
de todos los gobiernos y sus resultados no son satisfactorios, la pobreza
persiste, se agrava y se extiende.
En este trabajo se dará cuenta de
algunas diferencias conceptuales en torno a la pobreza y luego se presentarán
las metodologías utilizadas en Argentina con sus respectivos indicadores que
operacionalizan aquellas definiciones teóricas, pero antes es necesario
reforzar una idea fundamental, cada uno de los métodos de medición está
asociado a definiciones teóricas, en ocasiones implícitas, pero siempre
concretas y presentes. No hay forma de medir sin antes definir, para saber
distinguir una cosa de otra debemos otorgarle atributos diferenciales que
permitan discriminarla y luego cuantificarla.
Vale aclarar que solo se tendrá
en cuenta el análisis estático o transversal, dejando de lado los avances en
los estudios dinámicos o longitudinales sobre la problemática que tiene escasos
estudios en América Latina en general, pero cuentan con una amplia biografiaría
en los países desarrollados[1].
El concepto de pobreza
Existen 2 grandes concepciones en
torno a la pobreza, la primera analiza al problema como una falla, un fenómeno
social que ocurre por algún funcionamiento social defectuoso, políticas mal
ejecutadas, decisiones personales erradas o falta de desarrollo económico en un
país o región determinada. En otros términos esta concepción piensa que las
situaciones de pobreza se generan a partir de causas particulares propias de algunos
hogares que han caído en desgracia ya sea por falta de educación, deficiencia
en los accesos a una vivienda adecuada, el desaprovechamiento de las
oportunidades de progreso o pautas de consumos irracionales. Dentro de esta
concepción general, la motivación individual, el esfuerzo personal para salir
de la situación de pobreza es lo fundamental para erradicar este fenómeno, esto
no quita la realización políticas públicas que ayuden a la movilidad social
ascendente, por ejemplo educación gratuita, acceso a salud pública o diversos
planes sociales.
En la segunda gran concepción, se
piensa la pobreza como fenómeno intrínseco al mundo capitalista en el cual se
desarrolla la sociedad, no es una visión optimista dado que los pobres son un
producto inevitable del actual modo de producción que se basa en la propiedad
privada de los medios productivos y el trabajo asalariado. La división de
clases marca diferencias cualitativas, por un lado la burguesía, los
empresarios, los poseedores y del otro, los proletarios, los trabajadores o los
desposeídos. Por tanto la pobreza se entiende en relación a la desigualdad, el
bienestar de los empresarios contrasta con las carencias de los trabajadores y las medidas se expresan en términos relativos,
en esta concepción, las ideas de igualdad, equidad y justicia toman otro carácter
diametralmente opuesto. La igualdad no es solo de oportunidades, como en la
primera concepción, sino que se expresa en un sentido más positivo en tanto
debe garantizar los medios suficientes para aprovechar esas oportunidades. No
alcanza con disponer de una ley que garantice la educación gratuita, se deben
brindar los medios necesarios para que todos los niños puedan acceder a esa
educación.
Ambas concepciones engloban, no
sin tensiones, a diversas teorías, aquí lo que se desea resaltar es la
contraposición de 2 miradas extremas que ponen el acento en forma exclusiva,
una en lo individual y otra en lo social. De más esta decir que existen
infinidad de posiciones intermedias entre ambos polos.
Así las cosas, el presente
trabajo se concentra en analizar principalmente los conceptos y la medición en
Argentina, por lo tanto la concepción dominante es la primera, que tiene una
clara identificación con la teoría neoclásica y los postulados keynesianos.
En Argentina, al igual que en
otros países de América Latina, el debate sobre la magnitud y evolución de la problemática
se plantea primariamente alrededor de dos metodologías que conciben de forma
similar a la pobreza. Por una parte el método directo de las “Necesidades Básicas Insatisfechas”
(NBI) y por otra el método indirecto de
“Líneas de Pobreza” (LP) por
ingresos.
En ambas metodologías, “la pobreza es entendida como una situación de privación que
describe carencias de bienestar -según
cierto criterio o norma- en una o más necesidades humanas. Es decir, ambas
medidas suponen la existencia de una o más líneas de pobreza a partir de las
cuales existen núcleos irreductibles de privaciones absolutas cuya insatisfacción implica una condición de
pobreza en cualquier contexto. Sin embargo, en tanto que ambos métodos parten
de definiciones teóricas distintas acerca de la pobreza, es claro que no miden lo mismo ni
necesariamente se complementan. Al respecto, cabe en principio registrar que
mientras que el método de LP mide pobreza potencial en el nivel de vida a
través de los ingresos corrientes, el método NBI mide pobreza efectiva de
recursos y satisfactores patrimoniales, sean de origen público o privado”[2]
La metodología de LP se basa en
el enfoque biológico[3]
que relaciona los requerimientos para la supervivencia con situaciones de
pobreza, estableciendo el hambre como principal aspecto del problema. Este
enfoque, no sorprende, pero presenta algunos problemas que siguiendo a Sen se
describen a continuación. En primer lugar, “hay variaciones
significativas de acuerdo con los rasgos
físicos, las condiciones climáticas y los hábitos de trabajo. Incluso para un
grupo específico en una región determinada, los requerimientos nutricionales
son difíciles de establecer con precisión”. De este modo los llamados
“requerimientos nutricionales mínimos” son difusos, arbitrarios y poco
representativos.
En segundo término, continua Sen,
para “convertir requerimientos nutricionales mínimos en
requerimientos mínimos de alimentos es preciso elegir los bienes específicos.
Aunque puede ser fácil resolver el ejercicio de programación del “problema de
la dieta” merced a la elección de una dieta de costo mínimo que cubra unos
requerimientos nutricionales específicos, a partir de productos alimenticios de
determinado precio, no es clara la relevancia de ésta. Por lo común, la dieta
resultante es de un costo exageradamente bajo, pero monótona en grado
monumental”
Por último, “resulta
difícil definir los requerimientos mínimos para los rubros no alimentarios. El
problema usualmente se soluciona suponiendo que una porción definida del
ingreso total se gastará en comida. Con este supuesto, los costos mínimos de
alimentación se pueden utilizar para establecer los requerimientos mínimos de
ingresos” Con este procedimiento se determina la Canasta Básica Total, a partir de la Canasta Básica de Alimentos mediante la utilización del coeficiente
de Engel que establece tal relación. Se profundizará sobre esto en el siguiente
apartado.
Estas críticas, se deben entender
conjuntamente con algunos supuestos que subyacen la utilización de ingresos
para cubrir cierta canasta de bienes y servicios. El principal supuesto es la racionalidad utilitarista de las personas en
los consumos, lo cual implica simplificar demasiado el asunto en cuantos
hábitos y comportamientos en el uso de los ingresos.
Por su parte la metodología NBI, se
podría relacionar, en un principio, con el concepto de “privación relativa”,
principalmente con las “condiciones de privación”,
en este sentido, lo que se busca es un conjunto de de criterios basados en
condiciones concretas, que permitan describir situaciones en las cuales las
personas (u hogares) poseen (o no) ciertos atributos deseables. Aquí un punto
crítico es la elección de los grupos de referencia para los fines comparativos,
que se relacionan en forma directa con los atributos que deben poseer los
hogares para no ser considerados pobres. La
elección del marco comparativo es contingente a un tiempo y un espacio, a su
situación política y sus expectativas. Ahora bien, si los atributos se mantienen constantes a lo largo del tiempo, la
relatividad se pierde y los umbrales dejan de reflejar el acceso a recursos
capaces de satisfacer necesidades que fueron consideradas básicas en el pasado,
pero pueden no serlo en el presente, porque el propio desarrollo económico
satisface necesidades y crea, nuevas, en simultaneo. Lo que resultó básico en
el pasado, hoy ya está (o debería) estar resuelto por el progreso económico y
social, esperable, en la sociedad. Luego,
la metodología NBI se aleja de las privaciones relativas y queda asociada a la
medición de pobreza absoluta, al
igual que LP, pero con referencias a supervivencia mediante comprobación de
acceso o posesión de ciertos productos, por consiguiente indaga en los consumos
efectivos
En efecto ambos enfoques
consideran que existen un conjunto de necesidades que lo hogares deben
satisfacer para encontrarse en situaciones de pobreza, sin embargo difieren en
el conjunto de necesidades y la forma de identificar si el hogar las cubrió.
Las NBI utilizan el método directo dado que comprueba en forma dicotómica si el
hogar cumple (o no) con ciertos indicadores. En contraste el método indirecto o
del ingreso, consiste en calcular el valor monetario mínimo que se requiere
para cubrir una canasta de productos y por tanto no ser considerado pobre.
En
palabras de Salvia, “para el
método NBI la pobreza significa la no-satisfacción de necesidades de bienestar
por parte de los hogares en un espacio multidimensional de reproducción social.
En cambio, para el método de LP, por ingresos, la pobreza constituye un déficit
potencial en las capacidades de consumo de las personas por insuficientes
ingresos familiares”
Y
continua, “detrás de estas definiciones
cabe reconocer la existencia de tradiciones teóricas muy distintas en el campo
de las teorías del bienestar. Por una parte, el método de NBI presenta como
antecedente una concepción del bienestar fundada en el acceso a recursos
capaces de satisfacer necesidades humanas “básicas” de reconocimiento
universal. Por lo tanto, tal satisfacción depende del nivel de desarrollo
estructural de una sociedad, más allá de los ingresos corrientes de los que
pueda disponer la población. Por otra parte, el método LP por ingresos,
encuentra sentido en una concepción del bienestar individual fundada en la satisfacción de necesidades básicas de
subsistencia, las cuales deberían garantizarse a través del ingreso de los
hogares. Este método apela a la racionalidad “utilitarista” de los sujetos, en
tanto que supone que éstos
habrán de utilizar los
ingresos para satisfacer de manera primaria sus necesidades básicas de
subsistencia”.
Por último, vale decir que aun
resolviendo las diferencias conceptuales habrá que enfrentar la inevitable
inexactitud de la información relevada, de la mediación por utilizar
indicadores, de las dificultades para la agregación y la arbitrariedad del
patrón mínimo deseable. Por tanto se vuelve impostergable conocer las
metodologías utilizadas para la medición de la pobreza, sin perder de vista que
cada método se basa indefectiblemente en supuestos teóricos y por tanto los
indicadores reflejan conceptos.
Para leer el texto completo aquí
Para consultar la guía de actividades aquí
[1] Al
respecto se puede consultar Beccaria, L. , Maurizio, R, Vásquez, G. y Espro, M
“Factors associated with poverty dynamics in five Latin American countries”
[2]
Agustín Salvia. “La medición de las pobrezas en la Argentina. Algo más que
diferencias de métodos”
[3]
Amartya Sen. “Sobre conceptos y medidas de pobreza” Revista Comercio Exterior,
vol. 42. Núm 4. 1992.
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