En este post les comparto un material didáctico que prepare para mis clases.
Raúl Prebisch fue el impulsor de la reforma que introdujo al
sistema bancario argentino un organismo rector, cuando hacia mediados de
1935 impulsó la creación del Banco Central de la República Argentina. Desde ese momento, y cómo veremos más
adelante, el Banco Central se encargaría de las operaciones de redescuento hacia los bancos comerciales, ser el agente
financiero del gobierno y acomodar la cantidad de dinero a la demanda del
sistema.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Les dejo el archivo completo aquí.
Sistema financiero y Banco Central
Contenido
I. Sistema financiero: características y conformación
II. ¿Qué es un Banco Central?
III. Política Monetaria
IV. Política cambiaria
V. La política financiera
VI. La evolución de los bancos
VII. El rol del Banco Central
VIII. El BCRA a través de su historia. Marchas y
contramarchas
IX. El BCRA en la actualidad: misiones y funciones
X. Bibliografía
El siguiente material utiliza como referencia principal la
bibliografía suministrada por el Banco Central de la República Argentina (Subgerencia
de Educación Financiera y Responsabilidad Social Institucional) en el marco del
curso “La educación financiera: su enseñanza en el aula”
I. Sistema financiero: características y conformación
El sistema financiero está
conformado por el conjunto de instituciones y mercados cuya función formal es canalizar los ahorros de familias, empresas o el
sector público hacia el financiamiento
de los mismos según los requiera. Potencialmente tiene la capacidad de impulsar
el crecimiento económico y mejorar el nivel de bienestar de la sociedad, dado
que permite mejorar la asignación de
recursos reduciendo las tenencias excesivas de dinero líquido de alguno de los
sectores y aliviar la escasez de dinero en otros. Al financiar nuevos
emprendimientos productivos aumenta la capacidad instalada que permita aumentar la
producción (oferta) y financiar actividades no tradicionales y de
innovación. En otros términos, el
crédito permite realizar actividades, tanto de consumo como de producción, que
de otra forma se postergarían hasta que las personas o empresas ahorren con sus
propios recursos lo necesario para poder efectuarlas.
Vale aclarar que el sistema
financiero sólo tiene potencialmente dichas capacidades, pero dado que los
bancos también son empresas, es probable que se aboquen a las actividades mas
rentables en el corto plazo que usualmente se vinculan con la especulación y la
búsqueda de ganancias espurias. Este comportamiento no deseable, es extendido
en el sistema financiero, no solo argentino sino mundial, no hay más que
observar las recurrentes crisis financieras a nivel internacional que
perjudican el impulso del crecimiento y niegan la posibilidad de atender las
diversas necesidades de crédito de la sociedad en su conjunto.
Retomando la descripción de la
conformación del sistema, el conjunto de instituciones mencionadas pueden, a su
vez, dividirse entre las instituciones privadas y públicas que se encuentran
reguladas por la autoridad monetaria, en Argentina es el Banco Central de la República Argentina (BCRA). También existen agentes
que no pertenecen al sector financiero formal, es decir que no se encuentran
directamente regulados por el BCRA.
En Argentina se regula la
actividad de todas las entidades financieras de acuerdo a la Ley de Entidades Financieras de 1977 que comprende distintas categorías, a
saber:
Bancos Comerciales: captan depósitos y
otorgan créditos permitiendo el financiamiento de inversiones productivas.
También brindan una amplia gama de servicios.
Bancos de Inversión: reciben depósitos a
plazo y conceden créditos prioritariamente a mediano y largo plazo.
Bancos Hipotecarios: se especializan en
conceder créditos para la adquisición, construcción, reforma, ampliación y
refacción de inmuebles.
Compañías financieras: captan depósitos a
plazo y en caja de ahorros, conceden
ciertos créditos y realizan inversiones en los mercados de valores, entre otras
operaciones permitidas.
Cajas de crédito: reciben depósitos a la
vista de hasta $10.000 por titular y conceden créditos a corto y mediano plazo
a pequeñas empresas, productores, empleados o cuentapropistas, entre otras
actividades.
Del BCRA depende la Superintendencia de Entidades Financieras y Cambiarias (SEFyC) que
se ocupa de supervisar la actividad financiera y cambiaria y de hace cumplir a
las entidades la normativa financiera.
En lo que refiere al mercado de capitales, es un mercado que
sirve para canalizar los ahorros de las familias y las entidades hacia el
financiamiento de distintos proyectos de inversión. Se considera que permiten
transmitir recursos desde sectores que tienen excedentes hacia sectores con
proyectos de producción que necesitan ser fondeados para alcanzar un mayor
crecimiento. En Argentina el mercado de capitales está compuesto por dos
sistemas: un sistema bursátil,
integrado principalmente por bolsas de comercio y mercados de valores; y un sistema extrabursátil, conformado por una entidad autoregulada no
bursátil denominada Mercado Abierto Electrónico S.A.. El organismo de contralor del
mercado de capitales en Argentina es la Comisión
Nacional de Valores (CNV).
Bancos comerciales
En todos los países hay
instituciones que se dedican a recibir depósitos y otorgar préstamos al
público. Las principales son los bancos comerciales, y se dice que su función
principal es la de intermediar entre los depósitos
y préstamos de la economía. Más adelante veremos cómo su rol en la economía
resulta mucho más importante debido a su capacidad para crear dinero.
La intermediación financiera
Intermediar significa captar dinero del público
(depósitos) y luego prestarlo a otros actores de la economía (créditos). Tradicionalmente, la actividad bancaria
principal fue la de recibir depósitos del público y otorgar créditos. De este
modo, los bancos permiten canalizar los recursos (depósitos) hacia actividades
productivas, sentando las bases para el crecimiento económico. Cuando los
ahorros se transforman en inversión, toda la economía entra en movimiento,
permitiendo que al aumentar el volumen de la actividad económica se fomente el
empleo registrado y una mejor calidad de vida para las personas. Para obtener ganancias, la banca privada
capta dinero a una determinada tasa de interés (tasa de interés pasiva) y lo presta a una tasa superior (tasa de interés activa). De la
diferencia entre ambas tasas surgen los recursos que permiten que la actividad
sea rentable.
Bancos públicos y privados
En el sistema financiero
argentino coexisten distintos tipos de entidades financieras. En lo que refiere
a los bancos, se diferencian los de capital
público y los de capital privado.
A su vez, los bancos privados pueden ser de capital nacional o de capital
extranjero, o simplemente pueden ser una sucursal de una entidad financiera
radicada en el exterior.
La importancia de los bancos
públicos reside en que permiten al Estado intervenir en la asignación de
recursos financieros, por ejemplo a sectores estratégicos para la economía
nacional, créditos hipotecarios a largo plazo, financiación de exportaciones y
otras actividades que los bancos privados consideran poco rentables, ya sea por
los plazos o las tasas de interés que requieren los emprendimientos.
Dado que los bancos públicos
tienen habitualmente objetivos vinculados a promover actividades económicas que
promuevan el desarrollo económico del país, en línea con las políticas públicas
del gobierno. Del mismo modo, los bancos públicos son muy importantes para
generar una mayor bancarización y facilitar el acceso al crédito para la
inversión productiva y en particular para las MiPyMes (Micro, Pequeña y Mediana empresa).
Inicios de la actividad bancaria en el país
En el año 1822 se inició la actividad bancaria en Argentina al
fundarse el Banco de Buenos Aires (también conocido como Banco de Descuentos)
como sociedad anónima privada. Este banco luego de transitar por diversas
etapas se transformó en el Banco de la
Provincia de Buenos Aires.
Cincuenta años después de la
creación del primer banco en el territorio nacional, el Congreso aprobó la
creación del Banco Nacional, que se
estableció como una entidad mixta, formada por capitales privados y estatales,
pero su administración se dejaba en manos de banqueros privados.
En 1862 ya había abierto sus
puertas el Banco de Londres y Río de la
Plata, que fue uno de los primeros bancos extranjeros establecidos en el
país. Es importante remarcar que el
desarrollo de
la banca en Argentina tuvo también relación con la evolución de la
inmigración desde países europeos. El
principal grupo migratorio, el de los italianos, dio origen en 1872 al Banco
de Italia y Río de la Plata, que lideró a los bancos privados en Argentina
hasta la crisis de 1890-1891. En ese momento asomaría otro gran banco
constituido por inmigrantes españoles, el Banco
Español del Río de la Plata que en poco tiempo se convertiría en el
principal Banco privado del país, con un volumen de operaciones intensamente
creciente. Su expansión lo llevó a
convertirse en el primer banco de América hispana con sucursales propias en
Europa, Uruguay y Brasil.
A su vez, la expansión de las
relaciones comerciales entre Francia y Argentina desde 1870 hasta finales del
siglo XIX motivó que se conformara una comunidad comercial francesa en el Río
de la Plata. De ella surgieron pioneros de distintas ramas de la industria
argentina, y hacia fines de 1886, se creó el Banco Francés del Río de la Plata.
En lo que refiere a la banca
pública, el Banco de la Nación Argentina se creó en 1891, luego de que se disolviera
el Banco Nacional. Originalmente se había proyectado como una sociedad por
acciones, es decir que cualquier persona podía ser accionista del mismo. Sin embargo, la crisis bancaria desencadenada
en esos años, dificultó la suscripción de las acciones por parte de capitales
privados, lo que llevó a que finalmente,
quedara en manos del Estado. Con el tiempo, se le fueron atribuyendo
algunas de las tareas que corresponden a
un banco central. Principalmente, la de funcionar como “prestamista de última instancia” otorgando “redescuentos” y
“adelantos” a los bancos comerciales.
Los
inicios del Banco Central
En 1924 comenzó a organizarse
dentro del Banco de la Nación Argentina la Oficina
de Investigaciones Económicas, que para 1928 quedaría formalizada
incorporándose Raúl Prebisch como director de la misma. Desde allí se publicó
una de las revistas más prestigiosas de la disciplina en aquella época: La Revista Económica del Banco Nación.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Comentarios
Publicar un comentario