En este trabajo se presenta una secuencia didáctica para
trabajar la medición de la inflación, para ello se recuperan actividades
realizadas en el curso de Cuentas Nacionales en la carrera de Economía (FCE-UBA). El trabajo con metodologías de
estimación de indicadores económicos tiene como objetivo principal, de este
tópico, el acercamiento de los alumnos a las mediciones de la economía, de modo
que logren establecer un puente entre los conceptos teóricos y su forma de captación mediante estimaciones
que logren reflejar dichas variables económicas. En este caso el Índice de
Precios al Consumidor busca reflejar las variaciones en los precios de una
canasta de bienes y servicios de consumo final, minorista, como forma de captar
el concepto de inflación.[1]
El problema de la inflación y su medición está envuelto en
controversias desde el año 2007 en Argentina, no solo por la existencia de
aumentos sostenidos y generalizados de precios que afectan a la economía, sino
también porque se encuentra minimizado, en forma parcial, por las autoridades
políticas, pero magnificado por mediciones con baja credibilidad por su
carencia o baja de rigurosidad metodológica. Este marco presenta una situación
propicia para abordar una problemática opaca, confusa y controversial,
características que suelen motivar e interesar los aprendizajes de los
estudiantes.
Los objetivos propuestos son la introducción a metodologías
de medición para conceptos económicos, que en muchas ocasiones su abordaje es
abstracto, lejanos, pero su impacto en la vida cotidiana es concreto y cercano,
acercar esta situación desde una propuesta de enseñanza potente, es el fin
último de este trabajo. También se persiguen el conocimiento de los pilares o fundamentos de la construcción
de un IPC, es decir, como se debería armar este tipo de estimadores, claro está,
la profundidad en el estudio dependerá de las edades de los alumnos, el nivel
escolar, escuela media o universidad, en este último caso, de la carrera a
cursar. Para la escuela media, el conocimiento del instrumento, IPC, la
construcción de canastas de consumo familiar, la búsqueda de precios en
comercios, el trabajo con promedios ponderados e índices simples, será más que
adecuado y desafiante para los alumnos.
Los índices de precios al consumidor son usualmente
utilizados tanto en los medios de comunicación como en conversaciones
informales entre los ciudadanos, pero rara vez se conoce la forma en la cual se
construyo ese indicador, a partir de que fuentes o informaciones de base, cuál es
su periodicidad, sus formulas de cálculo o estructura de ponderación
correspondientes. Contestar a estas cuestiones es también un objetivo de esta
propuesta de enseñanza.
Ahora bien, este tema se aborda por lo general en los cursos
de la escuela media a partir de clases teóricas y luego, con bastante menor
frecuencia, con resolución de algunos ejercicios prácticos, es decir, con una
lógica de “enseñar-aprender-aplicar” que es necesario poner en cuestión en
tanto como creación de situaciones prácticas irreales, alejadas de la quehacer
diario de un profesional como desde la imposibilidad de enseñar un tema
práctico y no realizar dicha práctica, o al menos una simulación o experiencia
controlada.
En las clases teóricas se presenta usualmente una definición
de inflación, algunas posibles causas, y consecuencias de los procesos
inflacionarios, alguna referencia a las posturas teóricas y a hechos históricos
de nuestro país y/o el mundo. En algunos materiales más recientes, se hace
referencia a la metodología de medición, esta secuencia propone trabajar
directamente con la metodología de estimación, de modo de aprehender el
concepto de inflación, enfrentar a los alumnos a precios y productos de forma
directa concretizando el fenómeno estudiado. Se estima conveniente relegar el
estudio de formas puras o ideales, con altos niveles de abstracción, para un
segundo momento, en otras palabras, enfrentarnos primero a los precios, como
manifestación concreta, para luego comprender la inflación como fenómeno, su naturaleza y dinámica.
Esta actividad de carácter formativo para los alumnos busca
potenciar las prácticas genuinas, es decir, ligar el conocimiento a problemas o
situaciones reales donde los estudiantes
desarrollen sus capacidades haciendo. Se entiende que la práctica debe estar
estrechamente unida a lo real, de otro modo resulta vaciada de sentido, artificial
por su desconexión de la realidad y por tanto perderá riqueza en tanto
propuesta de enseñanza y actividad de aprendizaje. La concreción de conceptos teóricos
se debe dar en contextos de prácticas reales para que la teoría cobre vida, se
acerque a la realidad y permita comprenderla, de otro modo la propuesta de
enseñanza pierde potencia y corre el riesgo de inventar conocimientos para el
aula que son inexistentes en la disciplina. En este sentido, la actividad se
presenta como un trabajo áulico que simula, en forma parcial, el trabajo profesional
del economista, de esta manera la producción de la actividad replica las tareas
posibles de un economista.
“Conocer un objeto es actuar sobre él y transformarlo”
En este sentido la propuesta de trabajo busca romper la
separación (incluso oposición) entre teoría y práctica, esta posición
dicotómica que trata como compartimentos estáticos sin articular en forma
genuina estas esferas. La concepción aplicacioncita propone que primero se
enseña la teoría, luego se realiza la práctica y ambas instancias tienen
valoración y reconocimiento diferenciado.
En esta secuencia se persigue una articulación dialéctica,
entre ambas porque se las considera inseparables y por tanto se establece un
sentido dinámico para la construcción de conocimiento dentro del aula,
propiciando aprendizajes genuinos.
Realizar un aprendizaje experiencial, que aumente la
motivación por aprender, en la cual la reflexión en la acción (realizada en el
momento mismo de la acción, en terreno) y la reflexión sobre la acción (en
tiempo y espacio diferidos) resultan fundamentales para la formación del futuro
profesional.
Como sostiene Schön, en la vida real, fuera de la escuela,
las situaciones se presentan de forma poco definida, confusa y desordenada y un
primer paso es construir el problema, luego si enfrentarse al mismo, no como
una estructura bien organizada sino como caso único. En este sentido la
secuencia didáctica que se presenta logra, en forma simulada y controlada,
emular estas situaciones que debemos resolver en la vida cotidiana, personal o
profesional.
Por último, respecto a los aprendizajes de los alumnos es
importante resaltar que no se busca una memorización de conceptos teóricos o
una mecanización en los aspectos prácticos, sino mas bien la posibilidad de
construir conceptos teóricos a partir de la práctica, no se trata de repetir lo
que dice el docente ni los libros sino de encontrar formas propias de responder
a los problemas planteados, lo cual exige cierta cuota de creatividad y
requiere un acompañamiento intenso del docente.
En la propuesta se valora “el desarrollo temprano de las
habilidades de solución de problemas específicos ubicados en un contexto
interdisciplinario facilita el desempeño profesional y científico y ubica al
estudiante en una perspectiva más significativa, creativa y crítica”[2]
Asimismo en la actividad se hace uso de las TIC,
incluyéndolas en forma genuina, lo cual permite enriquecer la propuesta de
enseñanza. No solo en la forma de comunicación con los estudiantes, sino
también para las operaciones de cálculo del índice de precios y la presentación
de resultados.
El cálculo de un índice de precios “áulico” busca generar en
los estudiantes expectativas, entusiasmarlos y proponerles que “aprendan
haciendo”, esta forma de aprender incluye la posibilidad de entender el error
como oportunidad de aprendizaje y punto de partida para profundizar.
Propuesta de enseñanza
Se propone una práctica real, aunque claramente estilizada
para su trabajo en el aula con alumnos de nivel medio, para ello se debe
proceder a la construcción de una canasta de bienes y servicios representativa
del curso a partir de los consumos semanales de los alumnos y sus familias,
luego la conformación de una estructura de ponderaciones y por último la medición del índice de precios para esta canasta con estas
ponderaciones.
Por otra parte, la actividad resulta una evaluación
alternativa de los estudiantes, en tanto participan activamente en el proceso
de construcción de un indicador económico, tanto como insumos de canastas de
consumo, como en el trabajo de campo, realizando el relevamiento de precios.
Esto constituye una instancia de evaluación que no resulta habitual, pero que
debe ser valorada en forma adecuada, proporcionando una instancia privilegiada.
Esta forma de evaluación no pone el acento en el producto, sino en el proceso
que recorre el grupo de alumnos para poder elaborar un producto, en este caso
el IPC “áulico”.
Por último, en la propuesta de enseñanza hay implícitos
aprendizajes para los docentes dado que es también una oportunidad para poner a
prueba sus conocimientos, aplicarlos a situaciones reales y enfrentarse a
problemas metodológicos, donde se deben tomar decisiones y justificarlas. Para
aquellos docentes que deseen profundizar las metodologías pueden acceder a http://intento-autobiografico.blogspot.com.ar/2015/03/indice-de-precios-al-consumidor-ipc.html
Para seguir leyendo aquí
[1]
Ver Notas de clase IPC en http://intento-autobiografico.blogspot.com.ar/2015/03/indice-de-precios-al-consumidor-ipc.html
[2]
Campos Hernández. El aprendizaje de resolución de problemas en el área de la
salud” En Furlan y otros: Aportaciones a la didáctica del nivel superior.
México. UNAM. 1989
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