Arranquemos por el principio, el estado necesita para su funcionamiento, por mínimo que sea, gastar dinero, desde pagarle el sueldo a los empleados estatales hasta construir escuelas, hospitales o pagar sus deudas, todo acto estatal lo podemos ver reflejado en un gasto. El dinero necesario es aportado, en forma de tributos, por los cuidadanos que habitan el estado.
Ahora bien, como sabemos no es lo mismo gastar dinero en pagar deudas que construir hospitales, por ello debemos clasificarlo de manera adecuada de modo de poder compararlo a lo largo del tiempo y con otros estados.
Existen básicamente 3 formas de clasisficar el gasto público,
A) La primera tiene que ver con las finalidades y funciones que presenta el gasto público según la naturaleza de los servicios que las instituciones públicas brindan a la comunidad. Por otra parte, permiten determinar los objetivos generales y los medios a través de los cuales se estiman alcanzar estos. Las diferentes categorías de la clasificación por finalidad son:
Servicios Sociales que comprende las acciones inherentes a la prestación de servicios de salud, promoción y asistencia social, seguridad social, educación, cultura, ciencia y técnica, trabajo, vivienda, agua potable, alcantarillado y otros servicios urbanos.
Deuda pública - Intereses y Gastos que comprende los gastos destinados a atender los gastos e intereses de la deuda interna y externa.
Administración Gubernamental que incluye las acciones propias al Estado destinadas al cumplimiento de funciones tales como la legislativa, justicia, relaciones interiores y exteriores, administración fiscal, control de la gestión pública e información estadística básica.
Servicios de Defensa y Seguridad, comprende las acciones inherentes a la defensa nacional, al mantenimiento del orden público interno y en las fronteras, costas y espacio aéreo y acciones relacionadas con el sistema penal.
Servicios Económicos que refleja las acciones de apoyo a la producción de bienes y servicios significativos para el desarrollo económico. Incluye energía, combustibles, minería, comunicaciones, transporte, ecología y medio ambiente, agricultura, industria, comercio y turismo. Esta clasificación comprende acciones de fomento, regulación y control del sector privado y público.
B) La segunda forma de clasificación es por carácter económico, donde gastos y recursos, se separan en corrientes, de capital o Aplicaciones Financieras.
Las aplicaciones financieras se constituyen por el incremento de los activos financieros y la disminución de los pasivos públicos.
Ejemplo: aumento disponibilidades y/o cancelación de préstamos.
Gastos Corrientes, esta desagregación permite conocer cuánto cuestan los diferentes elementos, insumos o factores que intervienen en la producción de los bienes y servicios que produce el Estado y, en consecuencia, determinar el valor agregado por el sector público. Incluye también aquellos pagos de jubilaciones y pensiones (prestaciones de la seguridad social), los intereses de la deuda pública (rentas de la propiedad) y los subsidios (transferencias).
Ejemplo: Gastos de Consumo (bienes y servicios) y Pago de Salarios.
Gastos de Capital muestran la inversión que realiza el sector público y su contribución al incremento de la capacidad instalada de producción.
Ejemplos: construcciones de rutas y/o transferencias de capital al sector privado.
C) La última es la clasificación por Objeto del Gasto donde se define un orden sistemático y homogéneo de bienes y servicios, de las transferencias y de las variaciones de activos y pasivos que el sector público aplica en el desarrollo de su actividad. Por ejemplos: Gastos en Personal (permanente, temporario, asignaciones familiares), Bienes de Consumo (alimentos, papelería, elementos de limpieza), Servicios no Personales (energía eléctrica, mantenimiento de vehículos).
Todas las forma de clasificación son complementarias entre sí, porque expresan dimensiones diferentes. En este post en términos de ejemplificar se describe la evolución de los gastos por finalidad y función para los años 1994, 1998, 2008 y 2013.
Como se observa en el gráfico los gastos comprendido en la Administración Gubernamental se mantienen estables en torno al 10%, lo mismo ocurre con los Servicios de Defensa Seguridad, en un nivel promedio cercano al 9%.
Los cambios mas significativos entre los años seleccionados se observan en Servicios Sociales y Servicios Económicos, donde los primeros disminuyen su participación del 63% al 34 en el total del gasto público, en tanto los segundos aumentan su proporción de 8% a mas del 30%.
Por último, los gastos en Deuda Pública muestran los vaivenes propios de los vencimientos y compromisos, en promedio representan poco mas del 13%, siendo en 1994 el 7,8% y en 2008 el 20,63%. Si es notorio un peso mayor en los últimos años seleccionados que en los primeros.
A modo de conclusión, si entendemos que los gastos públicos expresan las prioridades del estado, en particular de un gobierno y la relación de fuerzas políticas al interior del poder legislativo, podemos preguntar porque el aumento en Servicios Económicos es financiado con una baja relativa en la participación de los Servicios Sociales, que expresan estos cambios en los gastos públicos?
Queda para la próxima analizar en profundidad el gasto público, su composición y evolución a lo largo de las últimas décadas.
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