¿Educación financiera en las escuelas secundarias?

Este posteo se genera para responder la siguiente pregunta ¿Hay que incluir la educación financiera en las escuelas secundarias?

La respuesta es sí, claro que sí. La cuestión, como casi siempre, es cuál es su finalidad (para qué), quiénes estarán a cargo de su enseñanza y, por supuesto, qué y cómo enseñar.

En la propuesta, aún un tanto "enigmática',' del GCBA, las respuestas a las preguntas anteriores no están tan claras. Es posible que existan las respuestas, pero no se quieran comunicar.

A continuación algunas reflexiones rápidas y bastante simples acerca de la propuesta del GCBA.

Respecto a la finalidad de la educación financiera, no está definida más que con generalidades que sugieren una aproximación al mundo financiero desde un rol de consumidores, es decir, se busca vender productos, bajo el persuasivo principio de la inclusión financiera. Sería importante definir finalidades ligadas a la construcción de la ciudadanía de los/as estudiantes. Claro está ésto requiere un diálogo entre los actores educativos (familias, estudiantes y docentes), pero también de instituciones como las universidades o los profesorados. No parece acertada la idea que las empresas validen las finalidades educativas y los contenidos escolares.

Por otro lado, ¿quiénes estarán a cargo de la enseñanza? La información que circula indica que no será personal docente de las escuelas de la Ciudad sino personas ajenas a la docencia provenientes de empresas financieras.

Esto tiene aspectos, al menos, "opacos". El primero es respecto a la contratación de estas personas por fuera de la normativa docente, ¿cobrarán un salario? De ser así, ¿quién lo paga? ¿bajo qué convenio colectivo de trabajo se regirán?

Un segundo aspecto es el desconocimiento de su formación, lo cual implica pensar ¿quién o qué los habilita para estar frente a estudiantes? ¿La relación entre las personas a cargo de la educación financiera y los/as estudiantes se enmarca en el reglamento escolar?

La tercera cuestión refiere a la "discontinuidad" en los tiempos, espacios, reglas y de personas que enseñan durante "lo escolar" y los cursos de educación financiera, ¿cómo recuperan saberes o experiencias previas del tiempo escolar las personas que educarán sobre "lo financiero"?

Aquí se generaría un riesgo de "ineficiencia pedagógica", una discontinuidad de articulación entre "lo escolar" y los cursos, al parecer, extra escolares. También hay riesgo en los cambios de reglas de juego entre "lo escolar" y los cursos de educación financiera, que si bien estarán dentro del tiempo escolar, no tendrán evaluación para acreditar saberes.

¿Cuáles son los motivos que alientan al GCBA a convocar personal no docente si cuenta con un cuerpo docente específicamente formado y que podría continuar formando de manera periódica? ¿para qué convocar a otros actores y desplazar los/as docentes?

La educación financiera debe estar a cargo de los/as docentes contratados/as bajo normativa escolar, con clara definición de incumbencia de títulos y respetando las reglamentaciones escolares respecto a la relación docente-estudiantes. Claramente esto implica darle un espacio curricular y por tanto una reforma / actualización curricular con lo que ello requiera, por caso respecto a la formación docente tanto inicial cómo continua.

Ahora bien, qué enseñar acerca de "lo financiero". Lo primero sería (conocer) qué se enseña en espacios curriculares afines (y obligatorios), como economía, formación ética y ciudadana o matemática. Luego, definir qué conocimientos financieros serían estructurantes para la formación inicial de estudiantes secundarios, esto implica establecer una currícula por fundamentos y no por modas o productos de la industria financiera.

No vamos a realizar una propuesta aquí acerca de qué enseñar sobre educación financiera a nivel jurisdiccional porque sería incoherente con nuestra idea de construcción curricular que planteamos en el párrafo siguiente.

Por tanto, la definición del qué, para qué y quiénes enseñan implica una reforma curricular y es una cuestión compleja que debe ser discutida en la comunidad educativa y sus diferentes actores, entre los cuales los/as docentes deben participar desde el principio. También deben ser convocadas las universidades, los profesorados y los "formadores de formadores", en especial los organismos de formación continua dependiente del GCBA.