En este segundo post sobre YPF analizamos el impacto fiscal principalmente en las provincias donde opera la petrolera.
Las regalías de YPF
El impacto de las
regalías en las arcas provinciales es elocuente, en esta sección se analiza
sustancialmente el esquema ahorro-inversión de las 4 provincias y, al mismo
tiempo, del contexto nacional, en especial, se estudió la estructura de los
ingresos corrientes y su cobertura respecto de los gastos, en función de las
implicancias del aporte petrolero y en particular de la empresa YPF en aquellas
jurisdicciones en donde desarrolla sus negocios.
El análisis del esquema
ahorro-inversión-financiamiento implica una lectura al interior de los
componentes de los ingresos corrientes, los mismos se dividen en recursos
tributarios, no tributarios y otros ingresos de índole corriente, a su vez, los
primeros distinguen a aquellos cuya procedencia sean de origen nacional o
directamente de la recaudación provincial. Los de origen nacional se
corresponden con los fondos enviados desde la Nación a través de la
distribución secundaria (coparticipación federal)[1] de impuestos y otras
transferencias por la misma vía que incluyen diversos conceptos[2] y los impuestos propios de
la provincia cuya desagregación es la siguiente: ingresos brutos (el más
importante), sellos, inmobiliario, automotores y otros (en general,
provenientes de moratorias). Por su
parte, los recursos no tributarios se clasifican en regalías y otros.
También se distinguieron los ingresos de capital con la finalidad de completar
la estructura de los ingresos totales.
El conocimiento y análisis de
las principales categorías de ingresos fiscales se basó principalmente en las
diversas publicaciones del Ministerio de Economía y Obras Públicas de Nación
como las de la Dirección de Coordinación Fiscal con las Provincias. El período
de análisis comprendió los años 2008 al 2014, aunque este último año comprende
datos parciales.
Una primera lectura de la
estructura de los ingresos corrientes es la incidencia de los recursos no
tributarios (comprenden regalías) en las 4 provincias petroleras relevadas
respecto del resto de las provincias del país.
Por su parte, los egresos corrientes se dividen en gastos en
personal, consumo de bienes y servicios, renta de la propiedad (intereses),
pagos a la Seguridad Social y transferencias. Dentro de este último componente
se distinguen aquellas relacionadas con el sector público y otras de distinta
índole. De la misma manera se procede con los gastos de capital para completar
la estructura de los egresos totales, consignado la inversión real directa
(componente más relevante) y otros gastos de capital. Cabe destacar, que las fuentes
de información son las mismas que las descriptas en el párrafo relacionado con
los ingresos.
La cobertura de los
gastos provinciales reveló una fuerte diferencia entre las provincias
petroleras (en especial las 4 en estudio) y el resto. En particular, se
distinguió en la matriz de ingresos que da respuesta a tales erogaciones y
fueron los ingresos no tributarios (en donde se incluyen las regalías
petroleras) los que se constituyeron en la categoría en discrepancia.
Inclusive, dentro del universo de las provincias petroleras, se observó que las
regalías en Neuquén. Chubut, Santa Cruz y Mendoza, incidieron en una mayor
cuantía que en el resto de la misma naturaleza, en particular, con
posterioridad al año 2011. Es que los volúmenes producidos, tal como se señaló
en la sección I, tanto de crudo como de gas natural, pertenecen en alrededor de
un 85% y en más del 60%, respectivamente, a las 4 provincias de referencia.
En el mismo orden, otro
dato que se desprende del análisis del esquema ahorro-inversión-financiamiento
del sector público provincial no financiero fue la mayor eficiencia en la
recaudación de tributos locales, estos efectos se percibieron notablemente en
las 4 provincias en donde interviene la empresa YPF.
En la línea del
financiamiento, en las provincias no petroleras la cobertura del gasto
corriente se sostiene a partir de la recepción de fondos nacionales derivados
de la coparticipación federal de impuestos. Como se puede observar en el cuadro
3, la participación de los recursos de origen nacional en la cobertura del
gasto en estas jurisdicciones alcanza a alrededor del 50%, mientras que en las
4 provincias petroleras más importantes, ese porcentaje se ubica prácticamente
en la mitad.
Cuadro
3. Indicadores fiscales de solvencia: cobertura del gasto corriente a través de
las categorías más importantes de ingresos. Trienio 2008/2010 y 2011/2013, en
porcentajes
Período
|
Chubut
|
Santa Cruz
|
Neuquén
|
Mendoza
|
Total 4
|
Resto de provincias
|
Cobertura con recursos tributarios de
origen nacional
|
||||||
2008/2010
|
25,2
|
22,6
|
15,9
|
36,2
|
25,3
|
48,4
|
2011/2013
|
25,5
|
22,3
|
17,9
|
33,5
|
25,5
|
47,0
|
Cobertura con recursos tributarios de
origen provincial
|
||||||
2008/2010
|
21,2
|
14,4
|
18,5
|
26,9
|
20,8
|
33,4
|
2011/2013
|
22,2
|
15,2
|
23,3
|
30,5
|
23,9
|
34,8
|
Cobertura con recursos no tributarios
|
||||||
2008/2010
|
56,0
|
30,7
|
45,8
|
19,5
|
36,2
|
3,4
|
2011/2013
|
37,4
|
25,6
|
29,8
|
14,7
|
24,9
|
3,4
|
Fuente: Ministerio de
Economía de la Nación.
Dentro de las cuatro
provincias petroleras, se observa una menor dependencia de este flujo de
recursos derivados desde el Estado Nacional. Por caso, en Neuquén y Santa Cruz,
la representación fue de alrededor del 16% y 22%, respectivamente, tanto desde
el año 2011 en adelante como en el trienio previo (2008/2010). Luego le siguió
Chubut, con algo más del 25% y, por último, se ubicó la provincia cuyana de
Mendoza, con una cobertura superior al tercio de los ingresos.
Por su parte, los
recursos de origen provincial[3]
mostraron una mayor relevancia histórica en las provincias no petroleras. Sin
embargo, a partir del año 2011, presentaron un desempeño ascendente y destacado
en las 4 provincias vinculadas a YPF, por encima del crecimiento constatado en
las primeras. En efecto, en las provincias no petroleras, la cobertura del
gasto total se correspondió con poco más de un tercio con esta categoría (no
habiéndose verificado grandes cambios entre los trienios 2008/2010 y
2011/2013), mientras que en las 4 petroleras alcanzó a poco menos del 24%
(contra un 21% del trienio 2008/2011).
El aumento de los
tributos locales en la estructura de los ingresos para solventar el gasto
corriente se explica a partir de un mayor nivel de actividad en las provincias
petroleras, ya sea comercial (con fuerte presencia en la recaudación de
ingresos brutos), como de la construcción (con incidencia en el impuesto
inmobiliario) y otros contratos entre privados (a través de sellos).
En cuanto a los
recursos no tributarios, desde el año 2011 en adelante, el desempeño se alteró
completamente: en las 4 petroleras la incidencia de esta categoría se acentuó
en casi 6 puntos porcentuales, mientras que en el resto no petrolero, lo hizo
en solo 4 puntos porcentuales. Esta evolución se explica por un incremento
difundido en la recaudación de las provincias petroleras, siendo Mendoza la de
mayor impacto (más de 8 puntos porcentuales) y Chubut la de menor (alrededor de
1,5 puntos porcentuales).
De esta manera, la
cobertura del gasto provincial respecto de los recursos no tributarios, en
donde las regalías petroleas revisten especial importancia, revela la matriz de
solvencia entre las provincias petroleras y el resto. En cuanto a las primeras,
la cobertura alcanza a casi un tercio de la recaudación, en cambio, en las no
petroleras, sólo supera el 3% (véase nuevamente el cuadro 3).
Entre las petroleras,
se distinguió Mendoza con la menor representación en este rubro, aunque su
porcentaje quintuplica al resto de las provincias argentinas. En tanto que
Chubut fue la de mayor presencia en este rubro (casi el 32% en el año 2013), lo
mismo que Santa Cruz, que viene financiando su gasto a través de estos recursos
acentuadamente desde el año 2011. Por último, Neuquén refleja casi un tercio
por este concepto.
En otro orden, nótese
también las diferencias en esta categoría entre las mismas provincias
petroleras, las 4 más importantes aumentaron el importancia de las regalías
dentro de los recursos no tributarios, dado que pasaron de un 82,4% (como
promedio en el lapso 2008/2010) a poco más del 88% (entre 2011 y 2013). En
cambio, en el resto de las provincias petroleras (Jujuy, La Pampa, Río Negro,
Salta y Tierra del Fuego), estos porcentajes fueron más débiles y perdieron
influencia entre los trienios de análisis. Así, durante el período 2008/2010,
el porcentaje fue de alrededor del 29%, y en el trienio posterior su afectación
rondó el 23%.
Así, las provincias
petroleras mostraron un financiamiento más equitativo en relación a las no
petroleras sobre la base de las diferentes alternativas en cuanto a la
procuración de sus ingresos. En esa dirección, los grados de libertad son mayores
sobre la base de una estructura de 1/4 en cuanto a los ingresos nacionales,
provinciales, no tributarios y otros ingresos corrientes de diversa índole. Por
el contrario, el resto de las provincias argentinas dependen esencialmente de
los tributos nacionales en aproximadamente un 50% y en una tercera parte de la
recaudación local, es decir, son más sensibles al ritmo de actividad económica,
dado que los componentes de la coparticipación son esencialmente el IVA y el
impuesto a las ganancias.
La influencia de las
regalías se torna relevante en la cobertura del gasto en las provincias bajo
análisis de la misma manera que la coparticipación federal en el resto de las
provincias argentinas, ambas alternativas inciden decisivamente en la
concreción de los planes financieros de los gobiernos provinciales, en
particular, debido a que gran parte los gastos de destinan al pago de
remuneraciones de su planta de personal, con porcentajes realmente muy altos.
Entre las provincias petroleras, este rubro concentra entre un 46,5%
(correspondiente a Santa Cruz en el trienio 2011/2013) y el 63,3% (Chubut, en
el trienio 2011/2013, véase el cuadro 4).
Las partidas destinadas
al gasto en personal del sector público provincial históricamente representaron
cerca del 50% del gasto corriente, en momentos de mayor volatilidad económica
estos porcentajes, inclusive, fueron más altos.
Asimismo, no se
visualizaron grandes diferencias entre las principales provincias petroleras y
el resto no petrolero, excepto en la provincia de Chubut en donde el porcentaje
supera, en los últimos tiempos, largamente el 60%. En el resto de las
provincias argentinas, la media se sitúa algo por encima del 50%, aunque cabe
recordar que es un promedio fuertemente influenciado por la región geográfica
central del país, especialmente, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba[4],
en donde la heterogeneidad productiva hace que pierda peso relativo el Estado.
Las otras partidas
componentes del gasto corriente se reparten entre los pagos por jubilaciones y
otras cuentas vinculadas a esta operatoria con porcentajes históricos cercanos
al 12%/13%, aunque las transferencias corrientes fueron las de mayor
envergadura, en alrededor del 20% en las 4 provincias vinculadas a YPF y de
unos dos o tres puntos porcentuales adicionales en el resto de las provincias.
La dirección de las transferencias es más o menos homogénea a lo largo y a lo
ancho del país, un 60% hacia el sector público y el resto hacia el sector
privado. Asimismo, se verificaron partidas al exterior por este mismo concepto
pero de muy escaso valor relativo. Por último, figuró el pago de intereses de
la deuda provincial con porcentajes muy bajos en función de los convenios entre
las Nación y las provincias por la postergación de los pagos en relación a la
transparencia fiscal.
Cuadro
4. Indicadores fiscales de solvencia: estructura del gasto corriente. Trienio
2008/2010 y 2011/2013, en porcentajes
Período
|
Chubut
|
Santa Cruz
|
Neuquén
|
Mendoza
|
Total 4
|
Resto de provincias
|
Personal
|
||||||
2008/2010
|
59,2
|
49,7
|
53,9
|
58,6
|
55,4
|
52,1
|
2011/2013
|
63,3
|
46,5
|
54,6
|
59,7
|
56,2
|
52,7
|
Intereses
|
||||||
2008/2010
|
0,8
|
2,1
|
2,0
|
2,6
|
2,0
|
1,9
|
2011/2013
|
0,5
|
1,6
|
1,4
|
1,5
|
1,3
|
1,5
|
Seguridad Social
|
||||||
2008/2010
|
14,4
|
24,0
|
12,4
|
0,0
|
11,2
|
13,1
|
2011/2013
|
15,6
|
25,0
|
14,4
|
0,0
|
11,8
|
13,9
|
Transferencias
|
||||||
2008/2010
|
11,5
|
16,0
|
17,6
|
25,6
|
18,7
|
23,0
|
2011/2013
|
10,7
|
22,0
|
16,4
|
26,3
|
20,0
|
22,5
|
Otros gastos de consumo
|
||||||
2008/2010
|
14,0
|
8,2
|
14,2
|
13,3
|
9,9
|
12,6
|
2011/2013
|
10,0
|
4,8
|
13,3
|
12,5
|
9,4
|
10,7
|
Fuente: Ministerio de
Economía de la Nación.
Nota
del cuadro 4: los totales no comprenden el 100% debido al efecto de los
diferentes niveles de gasto de cada provincia.
Los gastos de capital,
en donde la inversión real directa es el componente con mayor representación
(alrededor del 60% de la categoría, aunque en algunas provincias puede ser sensiblemente
más alto) por sobre las transferencias de capital y la inversión financiera,
mostró ligeras variaciones desde el año 2009 en adelante, los montos erogados
por este concepto oscilaron en alrededor de 5 mil millones de pesos anuales en
las 4 provincias petroleras, aunque en el año 2013 se notó un fuerte incremento
superando los 6,8 millones de pesos.
Esta desempeño se
explicó a partir de la contribución al crecimiento de la categoría (entre los
años 2013 y 2012) por parte, principalmente, de las provincias de Neuquén y
Mendoza, que explicaron entre ambas poco más del 64% del aumento, luego le
siguió Chubut con cerca del 22% y Santa Cruz, con un poder explicativo de sólo
el 13,4%.
La tasa de variación de
las gastos de capital en 2013 (respecto del año previo) fue de alrededor del
21%, este valor se ubicó en la mitad de la tasa de crecimiento de los gastos de
capital en el resto de las provincias argentinas.
Los magros valores derivados
a la inversión real tienen que ver por
un lado con la escala de las poblaciones, excepto en Mendoza, que es de un
tamaño intermedio, pero el resto son provincias alejadas de los centros urbanos
en donde la inversión está mucho más concentrada y en especial hacia los
grandes desarrollos. Por otro lado, las empresas petroleras a través de la
inversión privada reemplazan en algún sentido las obras destinadas a
infraestructura. En esa dirección, el mejoramiento de caminos conducentes a los
yacimientos es un buen ejemplo de esta
complementación.
En consecuencia, la
cobertura de los ingresos en cuanto a los gastos de capital es amplia en todas
las categorías, según muestra el cuadro 5, las distintas categorías de ingresos
sobrepasan largamente los gastos de capital, en especial, cuando la medición
parte de los ingresos no tributarios, los indicadores se expanden notablemente
en las 4 provincias petroleras.
Cuadro
5. Indicadores fiscales de solvencia: cobertura del gasto de capital a través
de las categorías más importantes de ingresos. Trienio 2008/2010 y 2011/2013,
en porcentajes
Período
|
Chubut
|
Santa Cruz
|
Neuquén
|
Mendoza
|
Total 4
|
Resto de provincias
|
Cobertura con recursos tributarios de
origen nacional
|
||||||
2008/2010
|
99.2
|
76.5
|
186.9
|
397.4
|
166.8
|
312.7
|
2011/2013
|
152.0
|
263.8
|
262.7
|
356.8
|
256.0
|
336.4
|
Cobertura con recursos tributarios de
origen provincial
|
||||||
2008/2010
|
53,8
|
33,4
|
141,5
|
144,5
|
80,2
|
215,9
|
2011/2013
|
89,5
|
132,7
|
230,7
|
235,2
|
169,6
|
249,2
|
Cobertura con recursos no tributarios
|
||||||
2008/2010
|
142,7
|
73,8
|
341,8
|
104,5
|
242,8
|
22,2
|
2011/2013
|
147,2
|
227,7
|
296,0
|
108,9
|
354,1
|
24,1
|
Fuente: Ministerio de Economía de la Nación.
Por el contrario, en el
resto de las provincias argentinas, sobresale el financiamiento vía recursos de
origen nacional, con una cobertura mucha más amplia que en el resto de las
categorías de ingresos, recordar que su financiamiento es en un 50% dependiente
de la tasa de coparticipación federal que se le asigna a cada provincia.
[1] La Coparticipación Federal de Impuestas se
encuentra legislada a través de la Ley 23.548 y sus modificatorias.
[2] Por ejemplo,
los aportes del Tesoro Nacional hacia las provincias y las
transferencias promulgadas a través de la Ley de Financiamiento Educativo.
[3] Los mismos comprenden la
recaudación de Ingresos Brutos (el más importante por lejos), inmobiliario,
sellos y otros de menor envergadura. También incluye moratorias.
[4] Por caso, las provincias del NOA
denotaron porcentajes más elevados, en Jujuy alcanzó el 61,2% en el trienio
2008/2010 y del 62,7% entre 2011 y 2013, en Salta, un 56,8% y 59,1% y en
Tucumán, el 57,8% y 63,1%, respectivamente.
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